Tradición

Las peleas de toros en Arequipa constituyen un aspecto esencial de la personalidad folklórica de este pueblo amante del trabajo, sensible a las manifestaciones artísticas y de rebelde espíritu ante las injusticias. En el fondo se trata de una fiesta popular que altera la monotonía de lo cotidiano y que además sirve para volcar refrenados sentimientos de identificación con el coraje.


Esta tradición nace del sentimiento del arequipeño loncco, del cariño y la fuerza de sus animales, como es el toro, que ayudan a los agricultores a labrar la tierra a través de las yuntas, dejando listos los campos para colocar las semillas.


La fuerza descomunal de los toros y su instinto territorial hizo que esta tradición se diera de una forma espontánea, puesto que los toros se enfrentaban después de sus faenas de trabajo de manera natural (sin intervención del hombre). Con el pasar del tiempo los campesinos solían recurrir a ella para alternar sus largos días de agotadoras faenas de labranza con horas de emoción y de euforia producidas por dichos combates entre bestias.


Los registros no son lo suficientemente exactos para decir donde realmente surgieron las peleas de toros, pero según se dice en el siglo XIX se empezaron a realizar en los poblados de Yanahuara y Cayma.


En antaño los desafíos se hacían de banda a banda, entre propietarios de toros de la margen derecha del río Chili contra la izquierda, hoy en día las peleas son reguladas de acuerdo al peso, edad y cuernos del animal y se realizan para recaudar fondos que son destinados a la ejecución de una obra comunal o apoyo a la ciudadanía.


Esta fiesta tradicional se ha ido puliendo. Antes su escenario era natural, los volcanes al fondo, el verdor de la campiña y los andenes cultivados, hoy se realizan en campos especiales de peleas (para preservar el bienestar de los animales y un desarrollo óptimo de su contienda), además existe una Asociación de Criadores de Toros de Pelea (ACPATPA) que regula los enfrentamientos.




La organización de peleas


La Asociación de Criadores, Propietarios y Aficionados de Toros de Pelea de Arequipa fue fundada en 1984, para impulsar esta tradición de manera organizada. Esta organización cuenta con un reglamento para la realización de las peleas de toros, aprobado el 6 de enero de 1992.
De acuerdo a los estatutos y con la anticipación debida, la comisión organizadora realiza la coteja de los astados que habrán de participar en el programa de contiendas. Siendo los parámetros: el peso, los cachos y la edad. El peso no debe ser muy diferente entre toro y toro, las astas deben tener casi las mismas características y la edad no deberá ser ni muy adulta ni muy tierna a efecto que estos luchadores se encuentren más o menos al mismo nivel.
Los toros de pelea se clasifican en dos categorías: pesados, desde 520 kilogramos (carcasa) o 940 kg. peso vivo para arriba y los semi pesados o medianos desde los 520 kilos hacia abajo. Los propietarios tienen la potestad de ascender a sus astados a la categoría superior, pero no pueden descender a la categoría de semipesados o medianos, cuando un toro ha pasado del peso indicado o ha peleado con toros de la categoría pesados.
De esa manera los toros que obtengan los laureles de victoria en una oportunidad después de un tiempo razonable volverán a competir. Así se les va sumando las peleas con victorias. Si perdiera en una lid bien luchada a este toro derrotado en tales circunstancias se le dará una segunda opción a efecto de que retome su celda de triunfos.
Una vez que los toros logren obtener determinado ranking, es decir, determinado número de peleas ganadas, inmediatamente se le hace competir por el campeonato. Es preciso aclarar que cuando se trata de combates por el campeonato ya no se considera ni el peso ni la edad, sólo el ranking de peleas.
Asimismo, el reglamento establece que 15 jueces son los que garantizan el normal y exitoso desarrollo de los programas, 10 son de cancha y 5 son jueces de la pelea propiamente dicha. De los 10 de cancha, dos van a recoger a un toro para que ingrese a la cancha, mientras que otros dos acuden a recoger al astado rival. De esta manera los dos astados deberán ingresar a la cancha a una hora precisa y en forma simultánea.
Concluida la pelea, otras dos parejas de jueces de cancha irán a traer a los siguientes astados rivales mientras que los primeros cuatro jueces descansan. Por su parte, los 5 jueces de pelea harán cumplir el reglamento, para garantizar el combate, que los toros entren limpiamente, que no existan abusos o excesos de algún criador o arreador hostigando a los contendores.
Una vez iniciada la confrontación, los jueces de pelea tienen como función determinar la condición de la pelea y pronunciarse colegiadamente sobre el resultado de la pelea, siendo su fallo inapelable. Como se sabe, pierde el toro que sale corriendo ante las embestidas de su oponente. Además los jueces de pelea tienen la potestad de suspender alguna pelea por cuestiones de tiempo (a veces los toros permanecen trenzados mucho tiempo) u otra circunstancia. En caso de empate, el trofeo se sortea.
Además, de acuerdo al estatuto en las peleas de toros funciona un Veedor, cuya misión es evaluar todo el espectáculo, es decir, desde ver el estado del campo de peleas (la cancha debe medir como mínimo 80 x 80 mts. y ser segura), debe ver si llegaron temprano o tarde los miembros de la comisión, como se atendió al público, etc. Y de existir incumplimiento a ciertas reglas, la Asociación, aplicará las sanciones correspondientes a los infractores.
La Asociación de Criadores de Toros de Pelea elabora anualmente un calendario de peleas, en donde destacan: las peleas por el Miércoles de Ceniza como apertura del año, luego las que se cumplen por la Pascua de Resurrección, en abril es el Campeonato Campeón de Campeones, en julio Fiestas Patrias en yarabamba. También se programan confrontaciones por los aniversarios de los distintos distritos y desde luego el Campeonato por el Día de Arequipa, por el Día de la Virgen del Rosario en el mes de Octubre y el Campeonato “Fin de Año” de la ACPAPTA en diciembre.